5 Cosas que debes saber antes de abrir tu estudio de arquitectura

Hace ya 7 años desde que empecé a trabajar en un pequeño estudio de arquitectura y desde entonces han sucedido muchas cosas, muchos cambios. Empecé como becario y al cabo de un año ya era socio del arquitecto para el que hacía "unos planos para licencias". 

Al principio era muy optimista con los pequeños encargos que teníamos pero sabía que en algún momento tendríamos que dar algún paso más allá para poder crecer como estudio y como arquitectos. Ese momento tuvo su lugar con un gran cliente que nos encargó un buen proyecto.


Todo cambió, un nuevo socio entró en el estudio y logramos sacar el proyecto adelante con sus luces y sus sombras (afortunadamente más de las primeras que de las segundas). Al poco tiempo mi antiguo jefe se marchó del país, fruto de la crisis, y nos quedamos mi nuevo socio y yo.

Sin embargo la falta de encargos profesionales nos obligó a disolvernos. Una nueva oportunidad surgió cuando dos colegas de la facultad se unieron y de nuevo dimos el salto para poder hacer lo que siempre habíamos querido en nuestros tiempos de estudiantes: montar nuestro propio estudio.

Ahora somos tres y afortunadamente hemos podido seguir trabajando como arquitectos en lo que nos gusta hasta ahora. Hemos hecho proyectos, obras, concursos, colaborado con otros estudios... pero el camino no es fácil. Yo he aprendido a lo largo de estos años muchas cosas que ignoraba de la profesión y que no te enseñan en ningún lugar. Espero que con estos consejos que te voy a dar puedas tener éxito con tu propio estudio de arquitectura.

1. Aprende a organizarte

Podría decirse que uno de los elementos más importantes para tener éxito en los negocios es tener una elevada productividad. ¿Qué significa esto exactamente?, muchos analistas lo dicen constantemente en los medios pero casi nadie te lo explica. Al principio tendrás pocos encargos (si es que los tienes) así que vas a tener que dedicar tu tiempo en sacar trabajo adelante aunque no sea remunerado como mejorar tu portfolio, tu web, hazte
visible online...

Sin embargo también tendrás períodos de inactividad por falta de encargos. Perder el tiempo en asuntos innecesarios hará que al final entres en quiebra, así que esos momentos son más importantes de lo que parece, no los desaproveches.

Debes crear un sistema de negocio que se base en la medida de lo posible en crear tareas repetitivas de la manera más eficiente posible. Si tienes a alguien empleado no temas delegar algunas de esas tareas de tal manera que puedas focalizar en lo más importante.

2. Crea un plan de vida

Montar un estudio de arquitectura no puede ser en ningún caso una atadura vital. El día tiene muchas horas y te digo por experiencia que por más horas que le dediques a tu trabajo éste no va a ser mejor. Organízate de tal forma que tengas tiempo para realizar otra serie de actividades, las actividades personales, familiares... No todo es trabajo. Y recuerda mens sana in corpore sano; Estar todo el día maquinando con la cabeza y no hacer algo físico llevará a tu cabeza a la ruina.

3. Crea tu plan de negocio

Antes de comenzar a montar nada has de saber ciertos aspectos acerca de cómo funciona un negocio. Saber cuáles van a ser tus gastos para poder establecer unos ingresos (y obtener un beneficio claro, para eso se monta un negocio). No te tires de cabeza a la piscina si no sabes si tiene agua. Calcula bien tus gastos y monta tu plan. Incluso podrías hacerte rico siendo arquitecto.

4. Aprende a diferenciar el marketing de las ventas

¿Las ventas? ¡pero si lo que nosotros hacemos es ofrecer servicios!, exacto. Una cosa es hacer marketing para hacerte conocer y que la gente sepa que existes y la otra es saberte vender. Puede ser que tengas un cliente que haya llamado a tu puerta y no consigas el encargo porque no has sabido venderte. Tienes que aprender a tratar con los clientes y a saber fidelizarlos. 

Tienes que saber cuando volver a llamarle, cómo generar una buena primera impresión y lo más importante de todo: escuchar a tu cliente. Al fin y al cabo eso es venderse. Si lo has hecho bien habrás conseguido tener a un fan incondicional de tu estudio.

5. Recuerda que estamos en negocio de los servicios

Por supuesto que al final estaremos muy orgullosos de nuestro producto pero todo ha sido gracias a que un cliente contrató un servicio. Además de para agrandar el currículum del estudio el proceso de un proyecto y una obra te ha tenido que servir para algo más. 

Sabes que eres bueno como arquitecto y que tus ideas son tan innovadoras como las del mejor arquitecto, pero has tenido que aprender algo más, a saber hacer ver a tu cliente que esas ideas se complementaban perfectamente con las que él traía de su casa que podían ser buenas, regulares o malísimas. 

Aprende a escuchar y no impongas tus ideas como si fueras las únicas válidas, hazle ver que has escuchado y propón soluciones acorde a las necesidades de tu cliente. Somos por naturaleza "solucionadores de problemas" y eso no es ni más ni menos que prestar un servicio. Un servicio remunerado claro. 






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