Marty y Emmet Brown (en adelante Doc) realizan un viaje aéreo en el Delorean puesto que el coche es remozado realizándosele una aeroconversión a principios de siglo. Ya vamos con 13 años de retraso con respecto a la película en esto de los autos voladores, vaya por dios.
Lo cierto es que existen ya algunos prototipos de coche volador, pero poco o nada tienen que ver con los de la película; por poner algún ejemplo la compañía holandesa PAL- V ya ha realizado un modelo de coche volador que saldrá a la venta en 2014 y su precio podría oscilar entre los 250.000 y los 500.000 euros. Su pinta es más la de un helicóptero o autogiro que la del un turismo aeroconvertido. Coches voladores; puede, pero no para todos los bolsillos. Además lo que no cuenta Doc es que necesitó sacarse la licencia de vuelo.
Al llegar al Hill Valley futuro; Doc le proporciona a Marty un atuendo apropiado para la época que consiste en unas zapatillas con robocordones y una cazadora autoajustable con un sistema de secado propio.
En lo que respecta a las zapatillas la empresa Nike empezará a comercializar unas zapatillas con atado automático como las de la película; en esto vamos con adelanto. El modelo se llamará Nike Air Mag.
Lo de la cazadora autoajustable no compensa realizarlo en la realidad; piénsenlo fríamente, un sistema robotizado que dispararía el precio de una cazadora para autoajustarla cuando hubiese sido más sencillo si Doc hubiera acompañado a Marty al Zara de la época y se hubiese probado una de su talla.
Seguimos, Martí es abordado por un anciano con dos corbatas ( menos mal que en esto no hemos evolucionado) que le pide una firma digital con un aparato muy similar a una tablet para salvar el reloj de la torre.
Damos a saltar hacia adelante hasta la escena en que Marty huye del malvado Griff. Utiliza para ello un aeropatín; invento yo que escogería como el primero de todos los de la película para que fuese una realidad ya mismo. Por lo que tengo entendido es poco viable porque se basa en la teoría de la levitación magnética y sería necesario un polo imán en el suelo. En esto ya se basan algunos trenes en Inglaterra o Japón y pueden alcanzar los 581 kilómetros por hora.
No quiero extenderme mucho más; existen más inventos a lo largo de la película que hoy son realidad y otros que no; les invito a que la vean sino lo han hecho y reparen en todo esto.
Peliculones las tres de la saga.
A lo que iba; fíjense cuando la vuelvan a ver o si la ven por primera vez en que la arquitectura no sufre ninguna evolución en ese futuro de aeropatines y coches voladores, es más, tiene un aire retro más propio de los 60 o 70. Quizá sea deformación profesional pero siempre que uno ve películas del futuro se fija en estos temas.
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