Luis Ramiro Barragán Morfín nació en Guadalajara en 1902 y murió en Mexico D.F. en 1988. Es uno de los grandes arquitectos del siglo XX y el único arquitecto mexicano en ganar el Premio Pritzker en 1980. Hijo de Juan José Barragán y Ángela Morfín tenía 6 hermanos con los que pasaba largas estancias durante los veranos en la hacienda familiar.
Estas estancias en el campo marcarían su estilo y dieron como resultado la definición, en su arquitectura, de un estilo mexicano universal. “Mi obra es autobiográfica […]. En mi trabajo subyacen los recuerdos del rancho de mi padre donde pasé años de niñez y adolescencia, y en mi obra siempre alienta intento de trasponer al mundo contemporáneo la magia de esas lejanas añoranzas tan colmadas de nostalgia."
Formación y Búsqueda de un estilo propio
Durante sus estudios universitarios estuvo bastante influenciado por su maestro y profesor Agustín Basave. Entre los años 25 y 26 realizó una serie de viajes a Europa y durante su visita a España quedó bastante influenciado por la cultura musulmana, especialmente en su urbanismo, la jardinería y el sudo expresivo del agua visto en la Alhambra.
Su obra fue refinando un lenguaje en el cual se hallan elementos de la arquitectura vernácula de su región, la de España, la del Magreb y elementos de muchas otras culturas. El lenguaje formal de su arquitectura está hecho de construcciones masivas, con gruesos muros y aberturas dosificadas, donde los acabados son de marcada textura y a veces con brillantes colores. Elementos como el agua y la luz desempeñan un papel fundamental en sus proyectos, casi siempre enriquecidos por jardines.
Como Barragán dijo, ya no buscamos en la arquitectura la belleza, la inspiración, el embrujo, la magia, la serenidad, el silencio, la intimidad y el asombro. Se estableció en la Ciudad de México, donde levantó una serie de edificaciones de estilo internacional; se trata de casas y edificios para apartamentos dentro de las expresiones del nouveau, construidas con gran economía de medios y un destino netamente comercial.
A partir de 1947, con su casa, surgió ese estilo arquitectónico que él mismo llamó emocional, donde se funden sus impresiones de juventud y las de su viaje a Europa, con las influencias de maestros y amigos. Además de su propia residencia, cabe destacar las destinadas a las familias Gálvez, Egestrom y posteriormente la de Francisco Gilardi; no menos importante es la Capilla de las Capuchinas Sacramentarias en Tlalpan.
Estilo mixto
Es mucho lo que se puede decir sobre este aspecto de la obra de Barragán, desde su misticismo religioso hasta su rescate de lo mexicano, pues su riqueza expresiva es enorme y ha propiciado todo un nuevo estilo. Basta mencionar algunas de sus características espirituales, como la búsqueda de las raíces nacionales en lo vernáculo, la afirmación de lo emocional, la persecución de lo místico y ascético, la exaltación de la belleza y la integración con la naturaleza, que se traduce principalmente en construcciones masivas, de gruesos muros con pequeñas aberturas, materiales locales de texturas y colores atrevidos dentro de la gama del gusto popular, dosificación de la luz, empleo expresivo del agua y énfasis en las áreas ajardinadas.
Casa estudio Barragán
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Constituye toda una personal visión de la arquitectura, que ha tenido muchos adeptos y ha colaborado en la búsqueda de una expresión netamente mexicana.
Gran Urbanismo
Su urbanismo fueron excelentes lecciones de civismo y amor a la naturaleza, en las que los espacios públicos adquirieron dimensiones generosas, y se demostró que también fuera de la seguridad del recinto, el hombre puede optar por la belleza, y donde sólo las Torres de Satélite han podido, precariamente, sobrevivir. Ésta es una labor arquitectónica realizada tanto en los edificios como en plazas, que tiene como fin último satisfacer las necesidades espirituales del ser humano.
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