Durante el gobierno de los territorios de la Ex-Yugoslavia y como muestra del poderío del régimen socialista y de sus gentes, se levantaron en estos territorios infinidad de monumentos, edificios y esculturas en diferentes materiales, especialmente hormigón y chapas y perfiles metálicos para conmemorar distintos hitos o situaciones que se habían producido durante esos años. En el año 2006 y durante tres años un fotógrafo se propuso recorrer todos estos países para intentar fotografiar la mayoría de estas obras que se encuentran abandonas o en estado ruinoso.
Algunas están en proceso de ser rehabilitadas o reconstruidas. Otras se encuentran bastante deterioradas pero aguantan el paso de los años como un recuerdo de esos años. Estas estructuras fueron encargadas por el ex presidente Yugoslavo Josip Broz Tito en los años 60 a 70 para conmemorar varios lugares donde tomaron lugar batallas durante la Segunda Guerra Mundial, y también en sitios en los cuales habían campos de concentración. Fueron diseñados por diferentes escultores y arquitectos para que tuviesen un poderoso impacto visual y representaran la confianza y fuerza de la República Socialista. En los años 90 luego de la disolución de la República fueron completamente abandonados.
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